Rutas del Vino
Rutas del vino
Abrir la puerta de entrada al territorio rural para hacer conocer los terruños de origen de los excelentes vinos que nacen en diferentes zonas de nuestro país, es una interesante idea que esta llevando a cabo el turismo, no solo para promocionar las bodegas que participan sino,también para el desarrollo de la cultura, la tradición y las artesanías locales a través de su gente.
El pasado llegó a nuestras provincias vitícolas un puñado de historias, leyendas y recuerdos. Y esas historias tienen formas, colores y sabores. Las formas caprichosas de los pámpanos y el follaje que se recortan contra las montañas, los colores de las uvas, cuando maduran lentamente bajo un clima benigno y los sabores de los vinos, que en complicidad con sus aromas, nos aguardan en el silencio y la penumbra de las bodegas.´
Las rutas del vino son un intento de integrar el paisaje, el arte, la gastronomía, la industria y su gente, para brindar un original paseo que redundará en beneficio de cada una de las provincias en muchos aspectos.
La idea es desenfatizar la simple oferta de visita a la bodega y utilizar el vino como instrumento turístico. El turismo del vino está de moda en todo el mundo y representa una importante fuente de ingresos. Es rico en expresiones pero hay que tener en cuenta que requiere, entre otras cosas, de un grupo humano capacitado, y de la participación de la familia rural con su cultura, tradición y artesanías locales.
El vino es una llave sumamente importante para abrir puertas hacia zonas de producción, vistas de paisajes inigualables, y conocimiento sobre nuestros suelos.
Este turismo enológico hará descubrir al enófilo nuevas sensaciones y le dará la oportunidad de andar sus caminos, de aspirar los aromas de las viñas, de conocer estas provincias vitivinicolas de tierras fértiles y de bodegas repletas de excelente vinos.
Tengan muy presente que:
UN VINO NO PUEDE SER VERDADERAMENTE APRECIADO SI NO SE CONOCE EL TERRUÑO DE SU NACIMIENTO…..por lo tanto..…: a preparar el bolsito…!!!
Nota por Andrea Sepag (sommeliere de Barrel Vinoteca & Winebar)